Un rayo de luz

20 Jul

por Azahar

Me aburro profundamente. Ya no me puede importar menos todo. No me mueve ni un solo pelo la contingencia nacional, menos el cambio de gabinete e incluso que Longueira sea el nuevo ministro de Economía, aunque igual estoy haciendo una mueca ahora, es inevitable. El destino de la selección y su derrota, francamente me dan igual, algo que antes jamás habría pasado por mi cabeza (soy viuda de Bielsa y decidí no sufrir más). Los colegas que opinan por twitter que esto o aquello debió ser lo mejor sobre el trending topic del día no me provocan en lo más mínimo. No hay reacción ni emoción.

El trabajo lo hago por osmosis y lo que es sorprendente –subo las cejas cuando escribo- es que lo sigo haciendo muy bien. Mis abuelos allá arriba estarán cansados y apunto de tirar la esponja de tanto cuidarme y mandarme buenas vibras… porque no se explica de otra forma mi buen desempeño con tan bajo nivel motivacional.

Es que mi umbral de energía está bajísimo y no me cabe duda que es por agotamiento. 5 años haciendo lo mismo, en el mismo lugar –pero con gente distinta, eso sí que sí- aburren a cualquier mortal, creo yo. El tema es qué hacer de ahora en adelante. Tal vez seguir la teoría de mi amiga Coni y da lo mismo qué, pero hacer, sólo por generar movimiento y así salir de este estancamiento que me tiene entre un café y el lavado de dientes, es decir, en la indecisión misma e insignificante.

Me aburro… (Léase como Homero lo diría, por favor). Café en mano ahora pienso que puede ser una actitud invernal, de hibernar, de querer dormir calentita hasta que llegue la primavera, pero qué depre, por dios! No creo que esto tenga una buena salida… es más, lo único medianamente atractivo que hoy visualizo es una torre de chocolate viniendo hacia mí que no me dejará, por segundo año consecutivo, usar bikini este verano, así que habrá que buscar el destino más austral posible, para evitarlo a toda costa!

Y no es descabellado, pero algo hay que hacer –además de ir al sur de nuevo de vacaciones o tal vez a vivir para siempre-. Pienso en el futuro, en buscar el famoso destino que te haga feliz pero que además sea rentable… también pienso en las palabras de mi sabio compañero: desapego, vivir con lo mínimo, quedarse con lo esencial. Renunciar a lo que está demás en esta vida y que son las cosas que creemos que nos dan felicidad, pero que no son más que artilugios aspiracionales que demuestran solamente nuestro poder de endeudamiento, nada más. Y hay que aprender a soltar, pero también buscar y encontrar aquello que nos haga felices en el hacer y además nos dé lucas para vivir… y es tan difícil incluso escribirlo… porque es como encontrar la fuente de la juventud o la flor de los siete colores, algo inmensamente difícil para algunos y más aún para los indecisos como yo, los confundidos vocacionalmente e inseguros esencialmente.

Por mucho que lo piense y hoy lo ponga por escrito, sólo me quedo con las dudas y preguntas de siempre, que se suman al letargo del día a día laboral y que la máquina rapidito se encarga de perturbar al primer llamado telefónico o interrupción, por más mínima que sea, haciendo que olvide toda idea y pierda la preciada inspiración.

Hoy al menos, alcancé a escribirlo.

2 respuestas to “Un rayo de luz”

  1. tu subordinada ; ) 20/07/2011 a 21:34 #

    Me encantó leerte! sigan escribiendo porfa, tal como te dije, se nota q fue terapeutico y se lee tu sentimiento ¡muy real!

    • materas 20/07/2011 a 22:28 #

      linda, gracias querida!! totalmente terapéutico, seguiré escribiendo y buscando la luz con nuevos temas, lo prometo.

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